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Denuncia de Serenos de barcos : Sin control, sin seguridad, la desregulación de Milei generará caos en la navegación

PANORAMA GREMIAL junto a los trabajadores .

Peligro en los puertos: Buques desregulados, sin control y a la deriva
El Gobierno nacional eliminó la figura del sereno de buque y generó fuerte preocupación por delitos y contrabando en el sector. Además, un decreto desregulatorio abrió las puertas a millonarios negocios empresarios.

El reciente Decreto 37/2025, promulgado por el gobierno argentino, ha generado un fuerte conflicto en el sector portuario al eliminar la obligatoriedad de contratar serenos en buques extranjeros amarrados en puertos nacionales, transformando esta contratación en optativa.

El impacto de dejar optativa la contratación del sereno de buque tiene un dobre impacto: por un lado, cientos de trabajadores han quedado sin empleo de un día para el otro; por otro, se debilita un control clave en la seguridad portuaria y fluvial.

Una actividad centenaria en peligro
El sereno es un civil, auxiliar de la Prefectura Naval Argentina (PNA), que desarrolla su tarea dentro del barco y es contratado por la agencia marítima extranjera responsable. No representa un gasto para municipios, provincias o Nación, ya que el costo de su contratación era afrontado por las empresas internacionales. Hasta el 17 de enero pasado, su presencia era obligatoria.

La desregulación del sector de navegación marítima impulsada por el gobierno de Javier Milei generó, además de un fuerte impacto en materia laboral, una creciente preocupación por deficiencias en materia de seguridad en buques.

Es que el Decreto 37/2025 sobre «Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre» (REGINAVE) provocó la eliminación de los serenos de buques. La nueva normativa otorgó la «libertad» de contratar a estos trabajadores a cargo de la vigilancia general de las embarcaciones amarradas en puerto. Son también quienes hasta entonces ejercían el control sobre la carga o mercaderías depositadas en muelles, riberas y plazoletas.

Por decisión del Gobierno nacional, a partir del pasado 20 de enero, la contratación de los serenos de buques de carga pasó a ser opcional. La situación encendió las alertas de distintos actores de la actividad que advierten sobre las graves consecuencias en materia de seguridad y control.

Buques sin serenos
El sereno de buque es un auxiliar de la Prefectura Naval Argentina que se encarga de la seguridad en los puertos. La figura data desde 1904 y desde entonces estuvo contemplada en distintos regímenes de la actividad.

Específicamente, un sereno tiene como funciones principales controlar el acceso al buque, vigilar la carga y mercaderías, detectar y denuncias derrames de líquidos, prevenir delitos y alertar sobre intentos de contrabando, entre otros puntos. Su tarea es fiscalizada por la Prefectura Naval para cumplir con la reglamentación vigente.

La eliminación de los serenos se traduce en menos controles y un incremento de delitos, con el alerta latente sobre un aumento del contrabando y tráfico de drogas y armas, entre otros delitos, sobre todo en buques de bandera extranjera. El sereno es un único que tiene la potestad para revisar a quien ingresa a la embarcación.

Además de las complicaciones operativas y de seguridad, el decreto de Milei implicó una pérdida de más de 600 puestos de trabajo en el sector portuario, que conforman un elemento esencial en la protección de los intereses nacionales.

En el video simulacro que acompaña este artículo, se aprecia de manera contundente el modo que una personal ajena a la actividad ingresa, deja una mochila con contenido sin revisar y egresa de un buque de la empresa PTP Group. Todo sin ningún tipo de control ni reparo.

Los negocios y los vínculos con la política
La medida desregulatoria se implementó en el marco del DNU 70/23 y de la Ley N° 27.742 de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos. Entre sus considerandos, el polémico Decreto 37/2025 refiere una «simplificación de los procedimientos, la reducción de las exigencias normativas y la eliminación de regulaciones innecesarias».

Además, sostiene que la adecuación del marco reglamentario otorgará «mayor dinamismo, simplicidad y operatividad, para que los usuarios accedan a sus requerimientos sin cargas ni dilaciones innecesarias». También asegura que el servicio de serenos de buque «no está alineado con los estándares modernos de seguridad de los buques y puertos».

Siempre que hay perdedores, existen ganadores; y en este caso, de un negocio millonario. Fuentes de la actividad ubican a un puñado de empresas como las beneficiarias de la medida del gobierno. Se trata de poderosas firmas que operan en los corredores cerealeros de San Lorenzo, Santa Fe, y Bahía Blanca, con acciones también en otros puertos bonaerenses y Concepción de Uruguay, Entre Ríos.

fuente . conclusión y mundo gremial , la redacción