En el día de ayer, la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FESIMAF) emitió un comunicado detallando los riegos y perjuicios que implica la desregulación de la Marina Mercante.
En Panorama Gremial, venimos siguiendo la situación de la Marina Mercante que se encuentra en alerta debido a la posición del gobierno nacional. Es por ello, que la FESIMAF manifiesta su profunda preocupación ante cualquier intento de desregulación de la Marina, y en particular, del Cabotaje Nacional.
Según lo señalado en dicho comunicado, la Federación Sindical considera que esta medida representaría una amenaza directa a la soberanía, la industria marítima argentina y el trabajo nacional. Al mismo tiempo, puntualizaron las consecuencias que traería esta política y aclararon cuestiones en discusión.
- Defensa del cabotaje nacional: La FESIMAF, apoya firmemente la protección de la Marina Mercante Argentina, especialmente su Cabotaje Nacional, por considerarlo hoy la columna vertebral de la actividad marítima. «Es en el ámbito del cabotaje donde los marinos mercantes argentinos se forman, capacitan y desarrollan su profesión» destacaron.
- Pérdida del know-how: La desregulación de la Marina Mercante provocaría, a largo plazo, la pérdida del conocimiento profesional acumulado en nuestro país, afectando directamente la calidad de la formación y la capacitación de los tripulantes nacionales.
- Impacto en la defensa nacional: Esta medida resultaría en la eliminación de la Reserva Naval, herramienta clave de apoyo logístico en contextos bélicos, como lo fue durante el conflicto del Atlántico Sur en Malvinas, en el cual 18 Marinos Mercantes dieron su vida.
- Riesgo para la soberanía comercial: La pérdida de una flota propia conllevaría una pérdida de soberanía comercial. Situaciones como la vivida durante la pandemia de COVID-19 demostraron que, sin una flota nacional, quedamos a merced de empresas extranjeras, cuyos intereses no contemplan el bienestar de la población argentina.
- Falsedad sobre los costos de flete: Es una falacia afirmar que los fletes dependen exclusivamente de los costos operativos de los buques. La realidad demuestra que los fletes responden a la dinámica de la oferta y la demanda. Durante la pandemia, los costos de flete se incrementaron aproximadamente un 1000%, sin que ello se viera reflejado en los demás costos operativos.
- Importación de servicios y fuga de divisas: Permitir el Cabotaje Nacional con buques extranjeros equivaldría, en la práctica, a una importación de servicios. Esto generaría una erogación de divisas hacia el exterior, a cambio de un transporte marítimo provisto por buques que no tributan en el país, no gastan ni invierten en él y no generan empleo argentino.