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SOMU expresó su preocupación ante la desregulación de la Marina Mercante

Tal como expresamos en el último comunicado respecto a la preocupación de la desregulación de la Marina Mercante y bajo los mismos argumentos esgrimidos por nuestra entidad gremial y el resto de los gremios Marítimos, un grupo de Diputados Nacionales expresan su preocupación mediante un Proyecto de Resolución que compartimos a continuación.

Proyecto de Resolución

La Cámara de Diputados de la Nación  Resuelve Expresar preocupación por las declaraciones expresadas por diferentes miembros del Gobierno Nacional sobre la Desregulación de la Marina Mercante.

Marcela F. Passo

Carolina Yutrovic

Eduardo Leandro Toniolli

Carlos Daniel Castagneto

Martin Guillermo Aveiro

Cristian Alejandro Zulli

Sabrina Selva

Pablo Todero

Nancy Sand

Gustavo Carlos Miguel González

Gabriela Pedrali

Micaela Moran

Lorena Pokoik

Andrea Freites

Santiago Cafiero

Sr. Presidente:

El presente proyecto de resolución tiene como objetivo expresar la profunda preocupación por las recientes manifestaciones de integrantes del Gobierno Nacional respecto a la desregulación de la Marina Mercante Nacional.

La experiencia histórica nos demuestra que las políticas de desregulación aplicadas en la década de 1990 resultaron contraproducentes para el sector. Un ejemplo paradigmático es el Decreto 1772/91, que condujo a la desaparición de los buques de ultramar argentinos dedicados al transporte de carga general y contenedores, entre otros.

Cabe destacar, que la Argentina llegó a contar con una de las mayores flotas del mundo, solo en el caso de E.L.M.A. (Empresa Líneas Marítimas Argentinas) con más de 60 buques. Sin embargo, luego de las políticas aplicadas en los años 90, la Argentina llega a la actualidad sin un sólo buque que realice tráfico internacional. En la práctica se produjo un desequilibrio en el mercado en el que opera la industria naval con el impacto negativo en el sector.

Para el año 2004, a través del decreto 1010/04, que derogó entre otros el decreto 1772/91, este último decreto rezaba “Que el régimen del cabotaje nacional adquiere particular importancia, en momentos en que la apertura de los tráficos internacionales y la suscripción de acuerdos multilaterales y bilaterales con otras naciones, permite el arribo de buques y artefactos navales extranjeros cuya actividad comercial podría ser, en su propio interés, extendida a jurisdicción nacional, en perjuicio de la Marina Mercante Nacional, de empresarios y capitales nacionales, y de los tripulantes argentinos” y que luego todo esto fuera ratificado por la Ley N* 27.419 “Desarrollo de la Marina Mercante Nacional y la Integración Fluvial Regional”.

Por todo lo expuesto, es que nos preocupa la aplicación de las mismas recetas que no obtuvieron los resultados prometidos, produciendo la disminución de mano de obra argentina en los buques cesados provisoriamente y otorgó tratamiento de extranjeros a las tripulaciones de los buques de banderas argentina.

La desregulación, según anticipo el titular de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación Iñaki Arreseygor en el marco de la reunión del bloque federal portuario que organizó el Ente de Administrador del Puerto Rosario ( ENAPRO), también fomenta la llegada de buques de banderas extranjeras en detrimento del empleo local. A su vez, la adopción de un régimen de Bandera Nacional de Conveniencia, que permite operar bajo matrícula extranjera sin perder beneficios ni acceso al mercado interno. Otro punto que trata el proyecto de Decreto, es la desvinculación de las bolsas de trabajo sindicales, habilitando plena libertad de contratación para los armadores.

Como podemos observar, cada una de estas reformas son presentadas, como en el pasado, como mecanismos de modernización y eficiencia, pero que en la práctica configuran un proceso de externalización jurídica y precarización estructural del trabajador embarcado. Resulta preocupante el estímulo a operar con buques extranjeros usados o alquilados, una situación que genera vulnerabilidad y debilita la demanda de construcción naval local.

Lo que pretende el ejecutivo no es una novedad, de hecho, es una añoranza del mentado y perverso decreto N° 1772/91 que desreguló a las tripulaciones nacionales, Cabotaje Nacional para los armadores argentinos que habían optado por acogerse al decreto.

Las consecuencias de dicho decreto fueron la desaparición de la Marina Mercante: se desmembro la flota Petrolera de YPF cuyos buques pasaron a empresas privadas con banderas de conveniencia, se disolvió la flota de Yacimientos Carboniferos fiscales y se vacío la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (E.L.M.A), que perdió sus líneas, sus propiedades y agencias en el exterior.

Resulta de vital importancia para el país, dado que el 95 % del comercio argentino se realiza por vía acuática, el sostenimiento de una flota de bandera tripulada con nacionales para brindar mínimamente los servicios indispensables que nuestra Nación requiere.

Por los argumentos expuestos y la importancia estratégica del sector en el desarrollo económico nacional, es que solicite a mis pares el acompañamiento a la presente iniciativa.

Cristian Alejandro Zulli

Sabrina Selva

Pablo Todero

Nancy Sand

Gustavo Carlos Miguel González

Gabriela Pedrali

Micaela Moran

Lorena Pokoik

Andrea Freites

Santiago Cafiero