La Cámara Penal de Rosario revocó las prohibiciones impuestas a Silvio Barrionuevo, reciente secretario general electo del Sindicato de Obras Sanitarias, como medida cautelar a personas que son sus opositores gremiales y lo denunciaron por amenazas coactivas. La camarista Carina Lurati canceló las medidas de evitar hostigamiento verbal y físico a cualquiera de los seis denunciantes.
Lo que entendió la magistrada es que no hay un temor de las personas denunciadas a seguir con su vida ni plantearon como causal el miedo, por lo que no está quebrado el principio de legalidad.
Esta medida se produce en el marco de un fuerte conflicto entre el grupo de Barrionuevo y el de Omar Guevara que se desprendió de la comisión directiva que ambos integraban y le disputó la conducción del gremio. Un grupo de doce personas encabezadas por Guevara denunciaron a Barrionuevo por administración fraudulenta del gremio ya que en casa de este último se encontró dinero la suma de 766.500 pesos y de 75.013 dólares sin justificación aparente.
Frente a esta disputa seis afiliados a Obras Sanitarias denunciaron a Barrionuevo por amenazas. El fiscal Sebastián Narvaja lo imputó de haber instigado al menos en ocho oportunidades amenazas contra los integrantes de la opositora lista “Azul y Blanca”, algunos de los cuales estuvieron presentes en la sala del Centro de Justicia Penal.
Barrionuevo apeló esta determinación y la jueza Lurati le dio la razón. Consideró que el fiscal Sebastián Narvaja se excedió en sus atribuciones y que no podía avalar las medidas impuestas dado que son acciones de terceros y eventuales. Las calificó como medidas “de imposible cumplimiento por Barrionuevo, les atribuyó ambigüedad y por eso las revocó.
La medida cautelar imponía que por 90 días Barrionuevo tenía la prohibición de causar cualquier tipo de hostigamiento verbal o físico, a cualquiera de los seis denunciantes y a su núcleo familiar por sí o por interpósita persona. Esta obligación comprendía asimismo la prohibición de colaborar con hechos y de forma dolosa con cualquier persona que hostigue a los denunciantes y a sus núcleos familiares. También la prohibición de contactarse con los denunciantes por cualquier medio por sí o por interpósita persona. Mantuvo sin embargo la medida de «prohibición de contacto» hacia dos mujeres que denunciaron penalmente a Barrionuevo por pautas nacionales e internacionales de protección a la mujer.
El trámite por malversación de fondos gremiales sigue su curso. Lurati opinó que en uno de los allanamientos, en el que la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) irrumpió por error en el departamento de dos jubilados, debió imperar la prudencia. En ese domicilio de Paraguay al 800 donde había vivido hace tiempo Oscar Barrionuevo, padre de Silvio, vive hace cinco años un matrimonio de jubilados. La pareja denunció a la prensa que doce efectivos ingresaron con violencia, los hicieron tirar al suelo, precintaron las manos del hombre y requisaron el inmueble de modo cruento. La camarista hizo alusión a ese asunto porque el defensor lo trajo a colación en la audiencia.
Fuente: La Capital





