Panorama Gremial junto a los trabajadores
Moyano en Santa Fe desafía a la Justicia y fuerza las elecciones: tensión, custodia policial y desdén institucional
Por La Redacción del multimedios Panorama Gremial
Pese a la orden judicial que suspendió las elecciones del Sindicato de Camioneros de Santa Fe, el sector alineado con los Moyano decidió avanzar igual con el proceso electoral, en un abierto desafío al fallo de la jueza laboral Paula Calace Vigo, que había dispuesto frenar los comicios y secuestrar los padrones.
Lejos de acatar la resolución, los dirigentes locales apelaron al poder de hecho: gestionaron custodia policial, amparándose en formalismos de competencia provincial, y llevaron adelante la votación bajo un clima de tensión y desconcierto institucional.
Desacato con olor a impunidad
La maniobra dejó atónito al ámbito judicial y político santafesino. “La jueza es una ignorante” y “la política de Santa Fe nos chupan las medias por miedo a Moyano”, fueron —según trascendidos— algunos de los comentarios que circularon entre allegados al oficialismo camionero, reflejando un destrato abierto al orden jurídico y una impunidad sindical pocas veces vista.
Fuentes del entorno judicial no ocultaron su preocupación por lo que calificaron como un “precedente peligroso de desacato institucional” dentro del movimiento obrero provincial.
Consultado el Secretario General de los Camioneros de Santa Fe , Aladio marcó distancia con la Federación.
Sergio Aladio, secretario general del Sindicato de Camioneros de Santa Fe, fue contundente: “Es un hecho lamentable lo que está sucediendo. Solo para que quede claro: se trata de otra organización sin personería gremial que nada tiene que ver con nosotros.”
Con esas palabras, Aladio buscó diferenciar su gestión legalmente constituida de la estructura paralela que intenta ocupar el espacio bajo el paraguas político de los Moyano.
El trasfondo político
El episodio deja al descubierto el desgaste del poder moyanista en el interior del país, donde el peso de la Justicia y la institucionalidad provincial comienza a resistir las viejas prácticas de presión sindical.
Santa Fe se convierte así en el escenario donde el imperio de Moyano choca contra el Estado de derecho. Y, por primera vez en mucho tiempo, la caja de cambios del moyanismo parece trancarse en su propia marcha
