El INDEC ha revelado los datos de inflación correspondientes al mes de agosto, que arrojan cifras preocupantes para la economía argentina. A nivel nacional, la inflación mensual alcanzó un 12,4%, mientras que en la región pampeana fue ligeramente inferior, con un 12,2%. Estas cifras elevan la inflación acumulada a un asombroso 80,2% y la tasa interanual se ubica en un alarmante 124,4%.
Uno de los datos más impactantes es que, según el informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), cada trabajador asalariado acumula una pérdida promedio de $233.000 en los últimos 43 meses. Para ponerlo en contexto, un salario inicial en la provincia actualmente no llega a los $200.000. Esta situación es aún más desafiante para aquellos empleados del sector público que tienen empleos precarios.
El gobierno de Santa Fe ha sido criticado por no tomar medidas para contrarrestar estos números desfavorables. Además, rechazaron la propuesta de otorgar un bono, tal como lo había propuesto el Ministro y candidato presidencial, Sergio Tomás Massa.
En términos numéricos, los salarios, que ya estaban perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación, se encuentran ahora un 6,1% por debajo del aumento de precios hasta agosto. Esta situación se ve agravada por el impacto de la devaluación posterior a las elecciones PASO nacionales. Según la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario, la canasta básica en Rosario experimentó un aumento del 25,8%. Esto significa que una familia de cuatro personas necesitó $141.507 solo para satisfacer necesidades básicas de alimentación.
El último acuerdo salarial estableció que la cláusula de revisión se activaría en octubre, pero los trabajadores no verían los efectos en sus bolsillos hasta diciembre. Este desfase agrava la transferencia de ingresos desde los sectores salariales más bajos hacia aquellos que siempre han tenido mayores recursos, incluyendo los cuantiosos plazos fijos provinciales que se destacan como una victoria efímera en un contexto desafiante.
Además de estas dificultades económicas, los precios de los alquileres también han experimentado un aumento significativo, con departamentos de dos habitaciones que no bajan de los $120.000 y expensas adicionales. Para octubre, se espera un aumento del 30% en las expensas, lo que complica aún más la situación de quienes buscan viviendas accesibles.
En este contexto, las cámaras legislativas nacionales están debatiendo proyectos relacionados con la actualización de alquileres, con diferencias significativas en sus enfoques. Mientras que uno de los proyectos propone reducir la frecuencia de las actualizaciones con un índice preestablecido, otro busca una autorregulación total del mercado inmobiliario, lo que podría resultar en aumentos insostenibles para muchas familias.
Ante esta cruda realidad económica, la Seccional Rosario de ATE ha exigido la reapertura inmediata de las negociaciones salariales provinciales, con una revisión automática que tenga un impacto inmediato en los salarios. La petición es que los sueldos, tanto para trabajadores activos como jubilados, sean suficientes para cubrir la canasta familiar y permitan una vida digna.






